
Me encantan las aves. Podría quedarme todo el día observando su comportamiento y escuchando su canto. Pero hay una especie que no es de mi total agrado: las palomas. Siempre me han parecido sucias y oportunistas. En más de una ocasión las he visto robar comida a otras aves más pequeñas… y también a humanos. Una vez, en la universidad, le robaron el desayuno a una compañera. Sin vergüenza alguna.
Pero empezaron a caerme aún peor cuando comencé a estudiar microbiología y descubrí que pueden ser más sucias que una rata de alcantarilla. Sí, así como lo lees. Increíblemente, en su cuerpo pueden portar microorganismos altamente patógenos, y basta un simple aleteo o el contacto con sus heces para enfermarnos. Además, ni siquiera son de aquí, y han desplazado a muchas especies de fauna nativa.
¿De dónde vienen las palomas?
La paloma doméstica (Columba livia) es originaria de Europa, el norte de África y Asia occidental. Fueron traídas a América por los colonos europeos (especialmente españoles y portugueses) desde el siglo XVI. En ese entonces se valoraban por su capacidad de orientación (eran mensajeras), como fuente de alimento e incluso como símbolo religioso.
Pero en la actualidad se consideran una plaga urbana, principalmente por:
- Su alta capacidad reproductiva: una sola pareja puede tener varias crías al año.
- Ausencia de depredadores naturales y acceso constante a comida humana (migajas, basura).
- Capacidad de adaptación a zonas urbanas, donde desplazan a aves nativas.
¿Por qué son un problema en las ciudades?
En países como México, Colombia, Argentina, Perú y Brasil, las palomas son frecuentes en plazas, iglesias, parques, terminales y centros históricos. Muchas alcaldías las catalogan como fauna sinantrópica perjudicial, es decir, especies que viven cerca de humanos, pero afectan su bienestar.
Daños estructurales
- Sus excrementos son altamente corrosivos y dañan fachadas, estatuas, techos y sistemas de ventilación.
- Pueden obstruir desagües o causar incendios si anidan cerca de instalaciones eléctricas.
Riesgos microbiológicos
Las palomas pueden ser portadoras de patógenos zoonóticos (que se transmiten a humanos), entre ellos:
- Cryptococcus neoformans → meningoencefalitis
- Chlamydia psittaci → psitacosis
- Histoplasma capsulatum → histoplasmosis
- Salmonella spp.
- Ácaros, piojos y otros parásitos
Y lo más preocupante: no necesitas tocarlas para enfermarte. Basta con remover excremento seco para que se liberen esporas u organismos patógenos al aire.
¿Por qué sus heces son tan peligrosas?
Las heces de paloma tienen un alto contenido de nitrógeno, creatinina y sales que favorecen el crecimiento de hongos como Cryptococcus neoformans. Como tienen poca humedad y poca exposición solar, son un ambiente ideal para este hongo oportunista, especialmente peligroso para personas inmunosuprimidas.
Lo preocupante es que este hongo se ha aislado en zonas urbanas como plazas, parques, iglesias y zoológicos, lo que aumenta el riesgo de exposición al público general.
¿Cómo evitar la contaminación por palomas?
1. No las alimentes
Alimentarlas favorece su sobrepoblación.
Más palomas = más heces = más riesgo de infección.
2. Mantén limpios los espacios comunes
Limpia terrazas, balcones, techos y patios donde se posen.
Usa guantes y mascarilla (N95) para limpiar excremento seco, que puede contener esporas de Histoplasma.
3. Sella accesos y refugios
Tapa huecos en techos, aleros y ventanas donde anidan.
Coloca mallas o redes para evitar que entren a casas, bodegas o ventilaciones.
4. Usa repelentes físicos o visuales
Instala pinchos, alambres tensados o geles antiaves.
Puedes usar figuras disuasorias (búhos de plástico, cintas reflectivas), aunque su efecto suele ser temporal.
5. Evita basura y comida al aire libre
Tapar bien los residuos y no dejar comida expuesta es clave para no atraerlas.
6. Ventila bien los espacios cerrados
Lugares contaminados con heces (áticos, bodegas) deben ventilarse y limpiarse con precaución.
7. Consulta a las autoridades si hay plaga
Si la colonia es grande (en hospitales, colegios, iglesias), consulta con la alcaldía o entidades de control animal para medidas profesionales.
Nota de salud pública
Los excrementos secos pueden liberar esporas y bacterias al barrer. Por eso:
- Usa siempre mascarilla (idealmente N95) y guantes.
- Nunca barras en seco: humedece primero con agua y desinfectante.
REFERENCIA
Serna-Espinosa, B. N., Guzmán-Sanabria, D., Forero-Castro, M., Escandón, P., & Sánchez-Quitian, Z. A. (2021). Environmental Status of Cryptococcus neoformans and Cryptococcus gattii in Colombia. Journal of fungi (Basel, Switzerland), 7(6), 410. https://doi.org/10.3390/jof7060410
Serna-Espinosa, B. N., Forero-Castro, M., Morales-Puentes, M. E., Parra-Giraldo, C. M., Escandón, P., & Sánchez-Quitian, Z. A. (2023). First report of environmental isolation of Cryptococcus and Cryptococcus-like yeasts from Boyacá, Colombia. Scientific reports, 13(1), 15755. https://doi.org/10.1038/s41598-023-41994-6