Friday, 27 June, 2025

Lo que no ves al fumar: los microorganismos ocultos en el cigarrillo


Crecí en una familia de fumadores. Fumar se consideraba parte de la existencia, incluso era un hábito que se heredaba, una especie de ritual que marcaba el ingreso a la vida adulta. Por ejemplo, mi papá empezó a fumar desde los 8 años, y cuando se casó, le enseñó a fumar a mi mamá. Mi hermano también fuma. ¿Y yo? Yo lo odio. Detesto su olor: ese aroma penetrante que se queda en la piel, la boca, la ropa, la casa… Fumar me parece uno de los hábitos más desagradables que existen.

Y no hablo solo del cigarrillo o el tabaco. La forma más común de consumir marihuana también es fumándola, y esta última deja una marca imborrable, más fuerte, más intensa. Para colmo, quienes rodeamos a una persona fumadora no salimos ilesos: nos convertimos en fumadores pasivos, lo que en términos generales significa compartir los mismos factores de riesgo… y el mismo olor característico.

Pero hay un problema menos conocido: el riesgo microbiológico del cigarrillo. No vemos solo hojas de tabaco o de cannabis. Fumar es también inhalar un ecosistema microbiano compuesto por hongos y bacterias potencialmente patógenas, muchas de las cuales pueden alterar nuestra microbiota oral.

Microbios que se fuman

Uno de los microorganismos oportunistas asociados con el humo del tabaco y el cannabis es Candida albicans. Aunque esta levadura forma parte de la microbiota normal de la cavidad oral, también es la principal causa de infecciones fúngicas invasivas y de mucosas en humanos. La candidiasis oral puede aparecer por múltiples factores, y uno de ellos es la exposición a sustancias exógenas, como el humo del cigarrillo y el humo de cannabis.

La cavidad oral, como primera barrera de entrada, puede sufrir desregulación microbiana por contacto frecuente con estos humos. Se ha demostrado que los fumadores de cannabis tienen peor salud oral: más dientes cariados, perdidos o empastados, mayor acumulación de placa y encías menos saludables. ¿La solución? No, no es pasarse al cigarrillo.

Ambos productos, cannabis y tabaco, pueden contener microorganismos vivos que sobreviven a la combustión, ingresan a la cavidad oral, y luego viajan a otras partes del cuerpo, causando infecciones graves e incluso la muerte.

El microbioma del tabaco

Estudios han identificado que los géneros bacterianos más abundantes en productos de tabaco comerciales son: Pseudomonas, Staphylococcus y Bacillus. Entre las especies más comunes encontramos:

  • Pseudomonas aeruginosa
  • P. putida
  • P. alcaligenes
  • Bacillus subtilis
  • Klebsiella pneumoniae

La presencia constante de estas especies en cigarrillos y otros productos de tabaco es preocupante. Muchos de estos microorganismos son patógenos conocidos:

  • P. aeruginosa puede causar infecciones crónicas, especialmente en personas con enfermedades pulmonares como EPOC, fibrosis quística o bronquiectasias. Se asocia con el deterioro progresivo de las vías respiratorias, mala calidad de vida y mortalidad temprana.
  • K. pneumoniae es uno de los patógenos nosocomiales más comunes, con resistencia a antibióticos y capacidad de provocar neumonía, infecciones del torrente sanguíneo y meningitis.
  • Además, tanto cigarrillos como puros pequeños pueden albergar Clostridium botulinum, una bacteria formadora de esporas productora de toxinas que pueden causar botulismo, una enfermedad neurológica grave.

El microbioma oral en peligro

Fumar afecta directamente al microbioma oral, reemplazando su microbiota normal por comunidades dominadas por patógenos. Esto no solo incrementa el riesgo de enfermedades bucales, sino que también puede facilitar la entrada de estos microorganismos al sistema respiratorio o digestivo.

Por suerte, hasta ahora no se ha demostrado que estas bacterias viajen activamente en el humo e infecten a fumadores pasivos. Pero eso no significa que estén a salvo: los riesgos del humo ambiental, como el desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas (EPOC, asma, bronquitis) y cardiovasculares, siguen siendo altos.

Fumar no solo quema el tabaco. También te expone a bacterias, hongos y toxinas invisibles que pueden poner en riesgo tu salud de formas que tal vez nunca imaginaste.
Y aunque suene extremo, en cada calada no estás solo: te acompañan millones de microorganismos.

REFERENCIAS

Tazi, N., Pigeon, X., Mbuyi-Boisvert, J. M., Giret, S., Béland, F., & Rouabhia, M. (2021). Effect of Cannabis Smoke Condensate on C. albicans Growth and Biofilm Formation. Microorganisms, 9(11), 2348. https://doi.org/10.3390/microorganisms9112348

Serna-Espinosa, B. N., Forero-Castro, M., Morales-Puentes, M. E., Parra-Giraldo, C. M., Escandón, P., & Sánchez-Quitian, Z. A. (2023). First report of environmental isolation of Cryptococcus and Cryptococcus-like yeasts from Boyacá, Colombia. Scientific reports, 13(1), 15755. https://doi.org/10.1038/s41598-023-41994-6

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