
El polvo en casa es más que una simple molestia: contiene células muertas, bacterias y partículas del ambiente. Con herramientas adecuadas y hábitos de limpieza efectivos, puedes reducir su acumulación y mejorar la calidad del aire. Descubre cómo mantener tu hogar libre de esta ‘ensalada microscópica’ con consejos prácticos respaldados por la ciencia.