
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son un problema serio, pero hoy en día la pasteurización de la leche nos protege de muchas de ellas. ¿Sabías que esta medida sanitaria se implementó en gran parte gracias a Alice Catherine Evans? Su investigación sobre la bacteria Brucella ayudó a prevenir la brucelosis y cambió la seguridad alimentaria para siempre.
Una carrera desafiante
Alice Evans nació en 1881 en Pensilvania, EE.UU. Su interés por la ciencia la llevó a estudiar microbiología en una época en la que pocas mujeres podían acceder a la educación superior. Se convirtió en una de las primeras mujeres en trabajar para el Departamento de Agricultura de EE.UU., donde investigaba enfermedades en el ganado y en los productos lácteos.
El descubrimiento que nadie quería creer
Mientras estudiaba bacterias en productos lácteos, Evans descubrió que la bacteria Brucella estaba presente en la leche sin pasteurizar y podía transmitirse a los humanos, causando brucelosis, una enfermedad que provoca fiebre, dolores articulares y fatiga crónica.
Publicó sus hallazgos en 1918, pero enfrentó gran resistencia por parte de la comunidad científica, en especial de sus colegas masculinos, que rechazaban la idea de que una mujer pudiera hacer un descubrimiento tan importante. Durante años, su investigación fue ignorada, pero con el tiempo, otros científicos confirmaron su teoría. Finalmente, en la década de 1930, la pasteurización de la leche se convirtió en un estándar para la seguridad alimentaria, salvando innumerables vidas.
Un legado que perdura
A pesar de los obstáculos, Alice Evans logró un impacto enorme en la salud pública. Se convirtió en la primera mujer presidenta de la Sociedad Americana de Microbiología, abriendo camino para muchas otras científicas.
Hoy en día, gracias a su trabajo, la pasteurización de la leche es una práctica estándar en todo el mundo. Si alguna vez tomas un vaso de leche segura, recuerda que se lo debemos en gran parte a Alice Evans.