
Desde que era niña, me gustan los gatos. Siempre pedía uno de mascota, pero mi mamá no me dejaba. Ya de adulta, por fin pude tenerlos, pero uno de ellos, tres años después, enfermó. Lo llevé al veterinario y confirmó lo que en algún momento sospeché: tenía leucemia felina. Quizá esa era la razón por la cual nunca subía de peso. Pero eso no era todo, también tenía Mycoplasma, la bacteria que causó su muerte.
Hoy, tres años después, su recuerdo permanece intacto en mi memoria, y ahora más que nunca, porque su hermano gatuno también está enfermo. ¿Y adivinen de qué? Exacto: leucemia y Mycoplasma. Pero con él la situación es más complicada, porque a este dúo se le ha sumado la Bartonella, la bacteria que causa la bartonelosis. Y lo más preocupante es que esta enfermedad no solo lo está afectando a él, sino que también puede transmitirse a los humanos con tan solo un arañazo.
¿Se pueden imaginar el miedo que siento? No es solo la posible pérdida de otro ser querido, es la zozobra de pensar que mi mascota podría enfermarnos, especialmente a mi bebé. ¿Qué harían ustedes en mi lugar? Por ahora, seguimos las recomendaciones del veterinario, le administramos el medicamento, y cada noche es un juego con la muerte. Mientras intentamos darle la pastilla, corremos el riesgo de recibir un arañazo.
¿Qué es la enfermedad por arañazo de gato?
La enfermedad por arañazo de gato, causada por Bartonella henselae, es la infección más comúnmente provocada por especies de Bartonella. Hasta el momento, se han aislado casi 20 especies diferentes de esta bacteria.
La incidencia de la enfermedad por arañazo de gato se estima en 6.4 casos por cada 100,000 habitantes en adultos y 9.4 casos por cada 100,000 habitantes en niños de 5 a 9 años a nivel mundial. La región con mayor incidencia es el sureste de Estados Unidos, con un pico en enero, finales del verano y otoño.
Históricamente, se creía que la transmisión ocurría solo a través de un arañazo o mordedura de gatos infectados, pero hoy sabemos que no es así. Los gatos y la pulga del gato (Ctenocephalides felis) actúan como vectores de transmisión. Investigaciones recientes han demostrado que otros artrópodos, como garrapatas, piojos, niguas y mosquitos, también pueden propagar la enfermedad a los humanos.
Síntomas de la enfermedad por arañazo de gato
Los primeros síntomas aparecen entre una semana y diez días después del contacto. La infección suele manifestarse con:
- Lesiones en la piel en el sitio de inoculación, con fases vesiculares, eritematosas y papulares.
- Inflamación de los ganglios linfáticos cercanos al área afectada.
- Fiebre y malestar general.
- En casos graves, puede haber afectación de órganos internos.
Tratamiento y prevención
El tratamiento depende de la gravedad de la infección. En la mayoría de los casos, la enfermedad es autolimitada y no requiere antibióticos. Sin embargo, en situaciones más complicadas, el médico podría prescribir tratamiento antimicrobiano.
Para reducir el riesgo de infección, se recomienda:
- Mantener a los gatos en interiores para evitar el contacto con otros animales infectados.
- Administrar tratamientos regulares contra pulgas y garrapatas.
- Evitar juegos bruscos con los gatos que puedan provocar arañazos o mordeduras.
- Lavarse las manos después de jugar con ellos.
Si bien la tasa de mortalidad en humanos es baja, la bacteria puede permanecer en el cuerpo sin causar síntomas hasta que el sistema inmunológico se debilite. Además, donar sangre sin estar seguros de no estar infectados representa un riesgo para otras personas.
Actualmente, no existe una vacuna contra la bartonelosis, por lo que el control de pulgas y garrapatas es la medida preventiva más efectiva.
El amor por nuestras mascotas es innegable, pero también debemos ser responsables con su salud y la nuestra. Si tienes un gato, asegúrate de llevarlo regularmente al veterinario y mantener un buen control de parásitos. La prevención es clave para seguir disfrutando de la compañía de nuestros felinos sin preocupaciones.
¡Cuidemos a nuestros gatos y a nosotros mismos! 🐱✨
REFERENCIAS
Mada, P. K., Zulfiqar, H., & Joel Chandranesan, A. S. (2023). Bartonellosis. In StatPearls. StatPearls Publishing.
Álvarez-Fernández, A., Breitschwerdt, E. B., & Solano-Gallego, L. (2018). Bartonella infections in cats and dogs including zoonotic aspects. Parasites & vectors, 11(1), 624. https://doi.org/10.1186/s13071-018-3152-6